Queridos amigos, ¿Qué tal la Navidad? Supongo que la alegría de sentir a Jesús entre nosotros, habrá hecho que vuestras casas se hayan llenado de luz, por cierto, cosa muy buena para nuestras plantas y en concreto para nuestras Poinsettias, popularmente conocida como Flor de Pascua.
Después de haberla tenido en casa, decorando con sus hojas rojas tan llamativas, bueno también las hay con otros colores, jaspeadas, rosa, blancas, pistacho… ya os digo que estas son más difíciles de mantener. Bueno, pues llega el momento de sacarlas al exterior si queremos que la planta no muera. La pondremos en un lugar resguardado de las heladas, ya que no está aclimatada para sufrir los rigores del invierno. En la zona mediterránea, no es necesario tomar tantas precauciones. Veremos que poco a poco irá perdiendo las hojas, las verdes y las rojas (no olvidemos que lo rojo no es la parte de las flores, las flores las hace en medio de las hojas rojas y son minúsculas). Iremos disminuyendo el riego a medida que se van quedando los troncos sin hojas, hasta llegar casi a cero de agua. Una vez que no le queden hojas, cortaremos los tallos a unos 10 cm de la tierra, un corte plano, veremos que los tallos son huecos, pero que saldrá una especie de leche blanca. Hay que taponar estos cortes para evitar que la planta pierda la savia y se sequen. Para ello cogeremos una vela y una vez encendida, dejaremos caer cera caliente sobre cada uno de los tallos, con esto sellaremos los orificios y evitaremos también una puerta para enfermedades.
Dejaremos la planta en un lugar tranquilo en su periodo de reposo, a penas un pelín de agua de tarde en tarde, sin permitir que toda la tierra se moje, para finales de febrero o principios de marzo veremos con asombro que de los nudos del tallo empezará a echar brotecitos. Es el momento de sacarla de su rincón y empezar a regarla un poco más con un buen fertilizante. Pronto tendremos una hermosa planta que podemos trasplantar a una maceta mayor o sembrar en el jardín donde llegará a hacerse un hermoso arbusto.
Espero que eso os recuerde que Navidad es todo el año, Jesús nace cada día para nosotros.
Un abrazo y que Dios os bendiga en este año recién estrenado.